viernes, 30 de marzo de 2012

Bunny, bunny

Creo que a estas alturas no queda ninguna duda sobre mi atrevimiento a la hora de probar cosas nuevas, técnicas o materiales, me da igual, el caso es no repetir y no aburrirme porque a fin de cuentas mi objetivo primordial es continuar haciendo cosas que me gusten y me relajen. 

Nunca me gustaron los amigurumis, sí, lo puedo decir bien alto, para luego arrepentirme de haberlo dicho, porque desde hace un tiempo para acá cada vez tenía más ganas de probar a hacerlos y todos me parecían preciosos. 

Al final, este martes, mi maestra particular me adentró en el maravilloso mundo de los amigurumis y éste es el resultado. Al principio no entendí mucho, pero leyendo detenidamente el patrón (lo que estoy avanzando con el inglés últimamente) me di cuenta de que tenía razón: "para el viernes lo tienes hecho", me dijo. 


Parece complicadísimo, verdad? al menos a mí me lo parecía, pero resulta que para este patrón en concreto, que es el único que he probado hasta el momento, se usan cuatro puntos distintos y consigues esta preciosidad. 


Me tiene totalmente enamorada, parezco una niña de cinco años porque desde que lo he acabado me he pasado casi todo el rato con él en la mano. 


Es chiquitín, apenas 12 cm, lo justo para entrar en esa taza de café. 


Al principio iba a hacerlo sin gorro, pero como seguía con ganas de crochetear después de haberlo terminado, me puse a ello y en cinco minutos estaba listo. Lo modifiqué un poco respecto al patrón original porque le añadí una línea azul y los botones... ya sabéis lo que me gustan los botones... 


El hocico va bordado con hilo azul sobre fieltro blanco. El mismo que he puesto para el interior de las orejas. Veis qué cuerpecito tiene? 


Aún tengo que practicar más porque, para mi gusto, los brazos y las piernas no están exactamente como deberían estar. El próximo saldrá mejor. 


Cada una de las piezas se hace independiente y luego se unen cosiéndolas. 


Esa carita... si a mí me gusta tanto, creéis que a un niño también le gustará??? 


Ahora sólo queda buscar entre mis lanas hasta encontrar una gris: lo próximo que voy a hacer es un elefante... y luego lana marrón para hacer una pareja de ositos... y  otra, no sé aún de qué color, para hacer un pulpo... Voy a montar mi propio zoo!!!!!

martes, 20 de marzo de 2012

Chaqueta para bebé

Aunque hacía años que tejía (mi primer recuerdo con las agujas creo que es de cuando tenía unos 5 años), llevaba mucho tiempo sin hacerlo. Pero como ya habréis visto, mis últimas entradas son casi todas iguales... tejer, tejer y tejer... Primero el Citron, luego los Saroyan y ahora esta chaqueta para una niña. 


Es un patrón sencillo que se teje todo de una pieza empezando por la espalda,sigues con las mangas, cierras unos puntos para hacer el escote y continuas luego con la otra mitad de las mangas y los delanteros. 


El punto también es sencillo: punto musgo, una vuelta del derecho y la siguiente del revés. Según el patrón, el cuello se monta cogiendo sobre la chaqueta los puntos y y tejiendo para hacer ese gran elástico que recorre todo el escote, pero como no me gustaba cambié de sistema. Monté los puntos sobre la aguja, tejí los centímetros que hacían falta y en lugar de cerrar la última vuelta, los fui pasando a una lana contrastada de modo que ésta quedara en medio. Después, con alfileres los sujeté y fui cosiendo a medida que quitaba ese hilo. No sé si este sistema tiene un nombre o no, pero es el que me enseñó mi madre y el que uso siempre para montar las mangas y los cuellos. Hay una foto más abajo en la que se ve mejor cómo queda cosido. 


La lana que utilicé es 100% merino y muy agradable de tejer.  


Estos dos botones que lleva el delantero son de adorno, en realidad se cierra con dos automáticos que están colocados justo debajo de los botones. 


Aquí se aprecia mejor el detalle de la costura del cuello. 


Y después de esto, cada vez tengo más ganas de tejer, pero sobre todo de tejer cosas nuevas, nuevos retos... no sé, quizá calcetines... un nuevo chal... un gorro o una boina... 


jueves, 15 de marzo de 2012

Detalles para una boda

Esta vez ha sido un encargo: 100 portakleenex para dar de regalo a las invitadas de una boda. Y en ello estoy... estos son los ocho primeros con el muestrario de telas que voy a usar. 


Son colores muy vivos, elegidos por quien me ha hecho el encargo, y que contrastan muy bien con las telas lisas.  


No os parece un regalo bonito y práctico??? 




miércoles, 7 de marzo de 2012

La otra versión...

Creo que el otro día no me entendisteis muchas... El Saroyan que empecé de prueba es este que pongo a continuación de color lila, que si no fuera por el color (yo soy de colores fuertes) sería mi Saroyan ideal por el tipo de lana.


Aquí está al lado del que acabé y que ya he estrenado. Veis la diferencia de tono? Por eso os decía que éste es el que pensaba sortear (a no ser que me lo vea antes mi madre y "desaparezca" misteriosamente de mi casa).


Diferencia de tono y de tamaño. La lana lila es más gruesa, de hecho la estoy tejiendo con agujas de 6 mm y la otra es mucho más fina y la tejí con agujas de 4 mm. Mirad la diferencia en el tamaño de las hojas y eso que el lila aún está sin bloquear. Además, por el tipo de lana el lila es más de invierno y el otro es un chal de primavera... al menos de la primavera que tenemos aquí en León.


Y para que veáis cuáles son mis tonos favoritos... mi próximo chal será con esta lana azul. Si no encuentro un patrón que me tiente más, será otro Saroyan, pero eso ya para el próximo invierno. 


lunes, 5 de marzo de 2012

Saroyan

Las que, como yo, seáis seguidoras de la serie Bones, ya sabréis de qué os suena este nombre. Es la doctora Camille Saroyan que trabaja con Temperance Brennan en el Jeffersonian. Y en ella se inspiró la diseñadora de este chal/bufanda que me tiene totalmente enganchada a su patrón. 


Cuando decidí empezarlo, tenía que ser ya... impaciente que es una, pero aún no había encontrado la lana que tenía en mente para hacerlo... de hecho no podía ni buscarla porque era domingo por la mañana y mis ganas de comenzar a tejer no me dejaban esperar hasta el lunes tan siquiera. 

Así que busqué entre mi stock de lanas y encontré una de color lila que había comprado hace tiempo para hacer grannies y que aún no había usado. Me puse con ella y ya no pude parar... era sólo por probar, pero tejí más de la mitad. Aunque me encantaba cómo iba quedando, el color no es de los que yo suelo usar, así que no descarto terminarlo y regalarlo a alguien que sí le guste... es más, incluso he pensado en sortearla aquí en el blog en cuanto esté lista... eso sí, seguro que la acabaré para estrenarla el próximo invierno. En este ya no me va a dar tiempo. 


Esta es la parte que me tiene totalmente enamorada: el dibujo de las hojas. Son pequeñas, sólo hacen falta 14 vueltas para formar el dibujo, pero una vez que bloqueas el chal y ves el dibujo bien definido... sólo quieres volverlo a tejer una y otra vez. 


Normalmente no me gusta repetir un patrón: ni para un quilt, ni un bordado... hay tantas cosas nuevas que hacer... Pero como mi idea inicial era hacerlo con una lana con un poquito más de pelo, ahora que ya la encontré repetiré este patrón con ella: una lana azul en 100% merino que abrigará más. Y será mi tercer Saroyan... pero no el último...