jueves, 30 de mayo de 2013

En mis agujas VII

Casi tengo acabado el primer calcetín de mayo, aunque veo difícil terminarlo del todo y tejer el otro antes de que acabe el mes.


Esta vez los empecé a tejer por la punta hacia la parte de arriba y usé una técnica nueva para tejer el talón: tejer media vuelta con una hebra de otro color y luego retomar los puntos para tejer el talón. Os pondré vídeos que lo expliquen mejor cuando los enseñe terminados. 


Son de una talla bastante grande, así que la zona del pie se hace eterna... aunque la de la caña no es menos, que no voy a dejarlos tobilleros. 


Y además, os enseño el inicio de una chaqueta que tiene un patrón que no es patrón, si no orientación de cómo tejerla, así que esto que veis es el tercer intento y ya el definitivo, ahora he conseguido que sea de la talla que tiene que ser, ni más grande ni más pequeño. 


Es una lana que había empezado a usar el invierno pasado para un jersey, pero que como no me convencía terminó siendo un ovillo y un nuevo proyecto. Esto es lo que me gusta de la lana: tiras del hilo y vuelta a empezar.


lunes, 27 de mayo de 2013

Ginkgo

A principios de año os contaba que había conseguido una madeja de una lana preciosa gracias a un intercambio con Sara Crochet. Aquí podéis ver ese intercambio.


Desde entonces, me he paseado por Ravelry en una y otra dirección buscando en qué usarla, en qué aprovechar sus escasos 400 metros y después de darle mil vueltas me decidí por este patrón gratuito: el Ginkgo Shoulderette Shawl.  



Lo empecé con miedo, pensando que no me llegaría la lana porque quería hacer una versión más larga, aunque creo que por utilizar una aguja más pequeña que la que recomendaba el patrón (lo tejí con un 3,5), al final me sobraron 19 gr. 


A medida que avanzaba en el patrón y veía el rendimiento del ovillo, me di cuenta que podría tejer esta versión sin problema y así fue: sobró la lana que os decía antes. 


Toda la parte lisa es un poco monótona: la única variación son los aumentos que se hacen al principio de la vuelta, en el medio y al final. 


Pero llega la parte emocionante... la que se disfruta de verdad: el encaje del chal. 


Tejes y tejes sin saber cuál será el resultado final.


Pensando que es imprescindible bloquear el chal. 


Y así es: el resultado es sorprendente. 


Por fin se ve la forma definitiva de las hojas, porque el ginkgo es en realidad el nombre de un árbol y si buscáis una foto suya os daréis cuenta de lo real que ha salido el patrón y lo mucho que recuerda a las hojas de este árbol. 


Pensando en el último paso, el bloqueo, es súper importante hacer un cierre elástico para poder darle la forma adecuada.



Se podría decir que es un patrón de nivel intermedio, que se necesita un poco de experiencia para tejerlo. Además, en el enlace que os he puesto más arriba está el patrón, pero en inglés, así que si os animáis a tejerlo y os puedo ayudar, sólo tenéis que escribirme (por favor, si lo hacéis en los comentarios procurad no tener activado el "no-repply" o no podré contestaros).



martes, 14 de mayo de 2013

Mis tesoros

No os cuento nada nuevo si os digo que colecciono botones.


Botones antiguos... de diferentes tamaños y colores, pero esta vez procuré conseguir varios de mis favoritos para poder usarlos en chaquetas o lo que me apeteciera tejer. Hasta ahora llegaba a tener dos o tres como mucho de cada y siempre me quedaba corta para usarlos cuando los necesitaba.  


Estos son algunos de mis favoritos. 







Y ya que estamos, os enseño otro de mis tesoros: una taza de cristal, roja, rojísima, que ni sé los años que tendrá, pero que por el estilo bien pudiera ser de los años setenta u ochenta... al menos las tazas que se usaban cuando yo era pequeña, por aquellos años, eran parecidas a esta. 


Ahora ya no se utilizan tazas de cristal. Tiene un tamaño algo mayor que una taza de café y se convertirá, cuando me atreva a estrenarla (me da miedo usarla y que se rompa), en la taza de mis tés favoritos. 


viernes, 10 de mayo de 2013

Por probar...

Por probar... yo decidí utilizar tres lanas juntas y el resultado me gustó, así que justo cuando parecía que llegaba de verdad la primavera, yo empecé a tejer una chaqueta gruesa. 


Usé unas agujas del nº 7 y tres hebras de lana juntas, así que todo fue bastante rápido: dos en color gris y una en mostaza. 


Es un modelo que se teje empezando por la parte de arriba y que a medida que haces una y otra vuelta una serie de aumentos van haciendo la forma de los hombros y consiguiendo suficientes puntos para empezar las mangas. 


Llegando a la sisas, los puntos de las mangas se guardan y tejemos sólo los delanteros y la espalda, luego una manga... después la otra... y por último se recogen todos los puntos del escote para tejer ese súper cuello. 


Luego sólo queda rematar hilos y tejer unos cordones para cerrar los botones. 


También en el interior, que coloqué tres para que cerrara mejor. 


Y listo, ya tengo chaqueta para el próximo invierno... o para lo que queda de este, que visto lo visto yo me resisto a pensar que estamos en primavera... lo bueno es que me ha dado tiempo a estrenarla.