miércoles, 23 de octubre de 2013

Algo plateado

Gris plata... botones verdes... igual dicho así, suena un poco raro, pero el resultado creo que no es tan malo, no? De hecho, a mí me encanta cómo ha quedado.


Esta chaqueta fue mi proyecto del verano y la tejí en un kal que organizó La maison bisoux. Creo que es la primera vez que me apunto a un kal y lo sigo hasta el final. Me dio un poco de guerra encajar el calado en mi talla, pero tras tejer y destejer un par de veces lo conseguí. 


Una de las peculiaridades de este patrón es que la parte de atrás del cuello tiene una forma redondeada para que siente mejor que se consigue con unas vueltas cortas, cosa que al principio me sonaba un poco raro... nunca lo había hecho y me daba la sensación de que no quedaría bien, pero la diseñadora ha estado muy acertada aplicando esta técnica aquí porque mejora un montón el aspecto de la chaqueta.


Como siempre, lo que mas me costó fue elegir los botones. No me decidía entre estos, unos azules y otros rojos. La chaqueta cambiaba mucho con unos u otros, pero al final me quedé con los primeros que había pensado.




jueves, 26 de septiembre de 2013

Un clásico

Si hay un chal básico de ganchillo es el Half Granny Square. Básico, sencillo y vistoso... capaz de sacar lo mejor de una lana para lucir como veis.


Esta vez el patrón es gratuito, así que podéis encontrarlo en este enlace de Ravelry. 


No me he equivocado al elegir esta lana porque el resultado no puede gustarme más. 


Es lana de calcetines de Drops en colores rosas, frambuesa, beige, grises, marrones... todo en la misma madeja, va cambiando de color poco a poco.


Tonos que me hacen pensar en un otoño alegre, con vida, como si las hojas no se fueran a caer... 


Colores que no te cansas de mirar y que tejes y tejes esperando los cambios que van apareciendo en la madeja y enamorándote de todos. 


Un chal inmenso, de dos metros de largo, que abraza, abriga, que envuelve y que tendré que volver a tejer no tardando porque no he sido la única en enamorarme de él... 


lunes, 23 de septiembre de 2013

Air

Ese es el nombre que mi diseñadora favorita eligió para este chal: Air, de Veera Välimäki.


Esta diseñadora incluye en casi todos sus patrones el punto bobo y así es como se empieza a tejer este chal.


Y como se termina, intercalando en medio un gráfico en el que tejes este encaje que le da la gracia al patrón. 


He utilizado alpaca de Drops y me ha encantado trabajar con esta lana porque ha hecho que el chal tenga un aspecto esponjoso y ha quedado además muy suave. 


Y otra cosa que me ha encantado es el tamaño final: más de dos metros de chal para envolverme con él este invierno. 


Hay más proyectos de esta diseñadora que tengo que enseñaros, tanto acabados como en mis agujas...

lunes, 2 de septiembre de 2013

Trabajo en equipo

Me gusta tejer, coser, dibujar, bordar, pintar... pero sobre todo me gusta enseñar. Disfruto enseñando, no puedo negarlo, sobre todo cuando "juego con ventaja", es decir, cuando mi alumna me pide más, no se cansa con nada, disfruta con lo que aprende y aprende rápido. Porque a fin de cuentas qué hay mejor que aprender lo que nos gusta???

Mi vocación frustrada no es ser profesora ni dar clases en un colegio porque, salvo escasas excepciones, creo que me sentiría más frustrada ciñéndome a un sistema educativo que no me convence y que creo que limita la creatividad, la libertad de aprendizaje (ya no digamos de enseñanza) y el disfrutar con lo que se aprende. Un sistema que, cada vez más, busca la competitividad como único objetivo, descartando y eliminando a quien no sea capaz de seguir el ritmo que marca, olvidándose de otras cosas más importantes y sobre todo un sistema que pretende que el alumno se adapte a él en lugar de buscar qué necesita y cómo ayudarle a conseguirlo.

Quizá por eso disfrute también enseñando "esas cosas que no sirven para nada", esas cosas que la mayoría ve como un mero entretenimiento y que hay que limitar a momentos concretos que no interrumpan a lo "verdaderamente importante". Supongo que simplemente es porque creo que también se aprende mucho viendo que algo lo podemos conseguir por nosotros mismos, que podemos superarnos a nosotros mismos, que podemos cultivar la paciencia, desarrollar la creatividad y sentirnos orgullosos de nuestro trabajo.

Así que el verano se convierte en ese momento relajado y hecho para disfrutar que se debería extender al resto del año.

Aquí os enseñé nuestros inicios en esto de las labores de verano. Ahora, mis dos alumnas favoritas ya han terminado lo que habían empezado aquel día (debería enseñaros fotos...) y este año han cambiado el punto de cruz por el ganchillo. La mayor hará un amigurumi... labor a largo plazo porque para ser el primero ha insistido en hacerlo bien grande. Y la pequeña, en apenas tres fines de semana ha terminado dos cosas.

La primera es esta guirnalda. Ella ha hecho toda la parte de ganchillo, pero como dice el título, ha sido un trabajo en equipo porque yo le he puesto las letras con su nombre.


Todo en tonos morados y lilas con dos ovillos de algodón de 50 grs. cada uno. Sencillos triángulos hechos sobre la base de una cadeneta y con puntos bajos que se disminuyen al principio de cada vuelta. Cinco triángulos para poner todas las letras de su nombre, pero que se podrían haber adaptado al tamaño de una frase o de una sola palabra bonita: nube, lluvia, otoño, color... yo hubiera puesto cualquiera de estas... jeje. 


Pensaba que iríamos justas de material para tejer toda la guirnalda, pero aún nos dio para algo más: un monedero de cierre de boquilla combinando los dos colores y una cinta de cuadros para hacerle un sencillo lazo que lo adornara. Hay mil tutoriales en la red e incluso vídeos que lo explican paso a paso y es una labor de las más fáciles para hacer a ganchillo, yo hasta la recomendaría para hacer con niños porque es muy entretenido, de hecho mi alumna sólo tiene 9 años y se ha desenvuelto bastante bien con ella. 


Y mientras ella hacía estas dos cosas, yo andaba detrás de esto, también para ella: una cosa más para incluir en la gran lista de labores que hay en mis agujas... aunque esta está entre las primeras que quiero acabar para que pueda estrenarla el mes que viene como muy tarde, que aquí al verano ya no le queda nada. 



viernes, 9 de agosto de 2013

En mis agujas IX

He dejado pasar todo el mes de julio sin enseñar nada, pero aunque he estado muy atareada, me daba pereza parar a hacer fotos y al final no os voy a enseñar todo lo que he empezado: unas cosas porque ya no están en mis agujas y otras porque se me olvidó hacerles fotos y ya sabéis... la pereza... para la próxima vez.

Repito labor... no suelo hacerlo, pero esta se lo merece. Os decía en la anterior entrada que me quedaba con ganas de volver a tejer el Zen Cardigan tal cual pone en el patrón y no he dejado pasar mucho tiempo para ponerme a ello.


Punto musgo y este tono tan especial de verde para tejerla, esta vez en una talla un poco más grande. 


En junio, La Maison Bisoux organizó un KAL en Ravelry para tejer esta chaqueta. El modelo es el Something Silver de Veera Valimaki, una diseñadora que me encanta y de la que tengo pendiente enseñaros una cosa más que justo he terminado hace un par de días. 


Tenía la lana para tejerla y aunque me volví un poco loca al principio, al final conseguí encajar bien el gráfico en mi talla y ahora ya sólo me faltan las mangas. 


Y esta lana tan apetitosa (fijaos bien en la foto de la etiqueta) es para el par de calcetines correspondientes al mes de junio. Sigo queriendo tejer un par al mes durante este año y, aunque voy con un poco de retraso, espero terminar poniéndome al día. 


Los de mayo ya están terminados y en cuanto remate unas hebras, les haré fotos para enseñarlos. 


Es una lana muy alegre, estoy deseando acabarlos para ver el resultado en mis pies.



jueves, 4 de julio de 2013

Zen Cardigan

Por fin algo terminado, algo que sale de mis agujas. Casi podría hacer una fiesta porque últimamente no hago más que empezar y empezar cosas.


En esta ocasión ha sido una interpretación/adaptación del patrón de una diseñadora española: Al-abrigo. Me he permitido modificar algunas cosas, pero volveré a tejerlo fiel al patrón porque merece la pena, es muy bonito. 


Se llama Zen Cardigan y, aunque esta vez no es gratuito, está en español y muy bien explicado. Es muy sencillo de seguir. 


Como en casi todos los patrones que he tejido últimamente, soy fiel a la técnica de empezar a tejer desde el escote para abajo, con agujas circulares y evitando las costuras para que quede de una pieza y no haya que unir nada al final. 


Además, esta vez quise probar también a hacer unas sencillas cenefas de diferentes colores para alegrar un poco el gris de la chaqueta: blanco y tres tonos de azul. 


Este es el interior... nada que ver con lo que se ve por fuera... 


Como habréis visto, en el patrón original utilizan el punto de musgo para toda la chaqueta, pero yo lo usé sólo en los elásticos. 
 

Cuatro botones azules... 


Y listo para guardar... aún falta tiempo para que alguien pueda estrenarlo. 


miércoles, 19 de junio de 2013

Pulseras nuevas

Llevo unos días revisando armarios, cajones, cajas y sacando todo lo que no me sirve, bien para tirarlo si está estropeado (¿¿¿por qué guardamos cosas estropeadas que no se pueden arreglar???) bien para llevarlo al punto limpio de mi ciudad por si le sirven a alguien más (ropa y calzado casi sin estrenar, sobre todo).

Pero también estoy intentado dar una segunda oportunidad a algunas cosas antes de desprenderme de ellas. Como estas pulseras... Hace mucho que las compré y pasó lo que suele pasar con la bisutería: se terminaron poniendo muy feas y perdiendo el brillo dorado que tenían.


Si a eso le sumamos que hacía mucho que tenía mis hilos de bordar abandonados... pareja perfecta!!! 


El siguiente problema fue el de siempre: decidir qué colores utilizar para cambiar las pulseras. 


Pero una vez elegidos los hilos, se puede comenzar con el primer paso, algo tan sencillo como fijarlo a la pulsera tal cual os enseño en la foto. Para cubrir mejor la pulsera, he usado los seis hilos que vienen en cada madeja. 


Se aprieta el nudo, se gira hacia el lado de dentro y ya se puede comenzar a enrollar alrededor de la pulsera para cubrirla, con cuidado de que el hilo quede lo más plano posible, sin retorcerse sobre sí mismo, para que no haga bultos ni quede feo (aunque tengo que reconocer que yo no siempre lo conseguí, jeje... es lo que pasa por hacerlo mientras estás pensando en otra cosa).


Cuando acabas el hilo o cuando quieres cambiar de color, hay que fijarlo con pegamento para textiles en la parte interior de la pulsera, apretando con un dedo un ratito. Aunque aquí veáis que es blanco, al secarse queda totalmente transparente. 


Cuando se sequé se puede continuar con otro color empezando y terminando de la misma manera que con el anterior. Así se continúa hasta cubrir toda la pulsera con el hilo. Con el último color se pega de la misma manera, pero sobre sí mismo para que no se vea, y se corta el hilo que sobre. 


Sí, cubrí las tres. Se hace en menos de nada y te quedas con ganas de tener más pulseras y seguir cubriendo y cubriendo con hilos de colores. 


Supongo que se podrá hacer de alguna manera más (me lo podéis contar en los comentarios), pero así me ha parecido bastante fácil. 


Aunque lo importante es que tenía tres pulseras para tirar a la basura y ahora tengo tres pulseras nuevas para usar todo el verano. 


¿No se os ocurren mil combinaciones de colores? franjas más anchas, más estrechas, de un solo color... en tonos sólo verdes, sólo azules... creo que podríamos hacer pulseras para todas y que no hubiera dos iguales. 



lunes, 17 de junio de 2013

En mis agujas VIII

Hace unos días os enseñaba los inicios y hasta aquí he llegado: todo el cuerpo terminado y los botones cosidos.


Diez botones para cerrar la chaqueta, que se me hizo eterno coserlos. Parece mentira, con lo que me gustan los botones y lo poco que me gusta ponerlos. 


Pero después de empezarla tres veces, de tener que repetir y repetir la parte de arriba hasta que por fin conseguí adaptarla a mi medida, de momento, así se queda. Le faltan las mangas, pero como no la usaré hasta dentro de unos meses  me doy permiso para guardarla y empezar otras cosas que me apetece probar. 


Como esta chaqueta de bebé, empezada desde el cuello hacia abajo. 


Desde que he descubierto las agujas circulares, no utilizo otro método para tejer: me parece perfecto no tener que coser nada al final. 


Además de la ventaja de ir viendo cómo va quedando a medida que avanzas e incluso de poder probarte lo que haces. Eso sin contar que en labores en las que tienes muchos puntos en la aguja, como en chales, es imposible ver cómo va quedando hasta que no tienes mucho avanzado y si en ese momento te das cuentas de que te has equivocado... ya sabéis qué viene luego, no?