lunes, 27 de febrero de 2012

Natalicios

Por las fechas veréis que llevo cierto retraso en la entrega de este regalo, sobre todo en el de Jorge, pero lo cierto es que la idea de hacer los natalicios me llegó tarde y la inspiración de cómo hacerlos ni os cuento.

Así que en cuanto lo tuve más o menos claro empecé a bordar el caballito de madera y el barco de papel. Luego las fechas de nacimiento de los dos hermanos. Más tarde las letras, que aunque en principio pensaba hacerlas con fieltro, las encontré en madera, en color natural, y las pinté de blanco para que hicieran juego con los marcos. Botones... piculina... creo que hay poco más que explicar, no?



Los bordados están hecho con un aida muy pequeña, de pocos puntos por pulgada, y recortados luego con tijeras de zig-zag.



Y para este lo mismo. El caballito fue el que me inspiró el resto de la idea. Me encantaba el gráfico y le di vueltas a qué hacer con él si lo bordaba... 


Si os fijáis bien, los botones son de adorno, realmente no sujetan el bordado al cuadro.



lunes, 20 de febrero de 2012

Tejiendo sin parar

Y así, un punto tras otro, ya tengo el Citron terminado y bloqueado. Ha salido más grande de lo que pensaba, pero mejor, más abriga, jeje.


Cuanto más miro este verde más me gusta. Y el patrón... si llego a saber antes que era tan sencillo... 


Así que punto tras punto, y este vez en buena compañía, he empezado el Saroyan. Un chal/bufanda en el que estoy usando el cashsoft 4 ply de Rowan. Hace tiempo que soñaba con la lana de esta casa, súper suave, y me encanta el resultado. 


Esto es lo que hice ayer por la tarde y aquí podéis ver cómo le está quedando a Mariarrosa, mi compañera en este KAL (knit along). 


Si os apetece hacerlo, Mariarrosa os enlaza en su blog el patrón.

martes, 14 de febrero de 2012

Tiempo de bufandas

Un pequeño contratiempo me ha tenido alejada unos días de las labores y lo poco que he podido hacer ha sido ponerles los flecos a estas bufandas que ya estaban terminadas.

Hasta hace poquito, todo lo que tejía era casi igual, quiero decir en cuanto a técnica: sabía dos puntos, derecho y revés, y era lo que usaba para todo. Prueba de ello son estas bufandas que he hecho con dos lanas jaspeadas: tonos cálidos y tonos fríos combinados con blanco y todo ello en la misma madeja. Me encantan este tipo de lanas.


El patrón es de lo más sencillo: tres punto al derecho y tres puntos al revés. 



Las dos son igual de anchas, pero el largo es distinto.



Esta, en tonos fríos, es más larga y la que más me gusta: se le puede dar tranquilamente una vuelta al cuello y dejar los dos entremos colgando, creo que incluso se le podrían dar hasta dos vueltas y aún sobraría para colgar. 


Esta ha quedado más corta, me he tenido que adaptar a la lana que tenía de este color, así que puede ser perfecta para una niña o para llevarla más pegadita al cuello. 


Como os decía, tras estas dos bufandas tan sencillas empecé el citron de la entrada anterior y entré en el maravilloso mundo de los chales y las agujas circulares. 

El citron está terminado y os lo enseñaré en breve, en cuanto lo haya terminado de bloquear, pero no será lo único: ya tengo un nuevo chal en mis agujas... un chal/bufanda... puntos nuevos... y un montón de proyectos en la cabeza.