Y yo cuando me pongo, me pongo... no me vale hacer una o dos para ver si realmente son fáciles...
Yo tengo que hacer 15 de golpe para terminar de convencerme... sí, son fáciles y adictivas...
Y vistosas, muy vistosas...
He elegido tres tonos de rosa y todas las haré con esos colores: me salen seis combinaciones diferentes rodeadas de lana color gris claro.
En un principio iba a unir los hexágonos cosiéndolos entre sí.
Probé a hacerlo, cosí unos cuantos y no terminaba de gustarme el resultado.
Así que repito el mismo sistema que he utilizado con las mantas de grannies que he hecho: unir a medida que tejes.
Para ello, sólo hay que tejer flores y flores y más flores de color rosa y utilizar la última vuelta gris para ir uniéndolas entre sí. Vamos, que a todas estas flores que habéis visto hasta ahora tendré que deshacerles parte de la última vuelta para poder unirlas unas a otras, pero el resultado merece la pena.
Cuando remate los mil hilos que van quedando, os las enseñaré otra vez.