Hice el top entero a mano porque de entonces no tenía máquina, monté el sandwich y ahí se quedó. Tardé aún otro año en empezar con el acolchado. Acolché la mitad y estuvo otro año y medio parado, hasta que la semana pasada lo retomé y ayer por la tarde lo he terminado. En realidad no le faltaba tanto, no entiendo cómo pude dejarlo abandonado.
Este quilt sí que pega más con mis gustos, que los que acabé la semana pasada. Yo soy más de color y aquí color no falta, tanto en el top como en la trasera.
El acolchado, también a mano, lo he hecho siguiendo el contorno de los molinillos y por la tela clara, como a un centímetro más o menos, calculado a ojo según iba cosiendo. Esta vez lo he hecho con un hilo del mismo color que la tela para que no se viera mucho, pero manteniendo el efecto mullido.
Aquí se aprecia mejor el dibujo del acolchado.
Y doblado.